top of page

NO CREO EN TU DIOS.

Foto del escritor: Disidentes CGDisidentes CG

Aranza Maya


Desde que era una niña la palabra “Dios” fue algo que me hacía sentir incómoda. Nací en una familia católica, por lo que fui bautizada, y recibí una formación religiosa para hacer la primera comunión, incluso concreté mi confirmación.


Me atrevo a suponer que la mayoría de los mexicanos tiene una imagen de Dios basada en un señor con barba y cabello largo, incluso en una parte artística por supuesto que tenemos al mismo señor pero lleno de sangre y clavado en una cruz. Esto último siempre me desagradó, en lugar de tener un vínculo de respeto yo siempre lo consideré un vínculo de miedo en donde yo era la subordinada.


Mientras fui creciendo y descubriendo mi sexualidad más me alejaba de ese Dios que llegó a influenciar a mi madre tanto, que me condenó al infierno en cuanto se enteró sobre mi atracción por personas de mí mismo sexo/género. Más allá de aceptarme, me hizo sentir culpable de lo que sentía. Eso se vio reflejado también dentro de los demás aspectos de mi vida, “esto está mal, Dios te va a castigar”.


A partir de ese momento nunca volví a ver de la misma manera a Dios. Comenzaba a dudar de él y su omnipotencia. Gracias a mi formación académica, expandí mis conocimientos. Me comencé a interesar por otras culturas e incluso alguna vez me planteé cambiar de religión radicalmente. No obstante, mientras investigaba llegué a la conclusión de que ninguna versión de Dios dentro de la religión era fiel al mensaje primordial: EL AMOR.


Después de reflexionar sobre las religiones, me di cuenta de que esos Dioses nunca iban a corresponder mis expectativas, mucho menos yo iba a corresponder las de ellos. No es tan difícil conocer que las religiones son violentas por excelencia. Pues han propiciado guerras en extremo violentas, han evangelizado y no precisamente con amor, han torturado a personas por saber, las violaciones que se han registrado a menores por parte de clérigos y la empresa llamada iglesia que lucra con la fe de la gente.


Aprendí que la religión no era más que una construcción cultural imperfecta porque viene de los hombres y no de un ser divino. Por esos datos crudos perdí la fe, me di cuenta de que no era necesario para mi llenar ese vacío de incertidumbre. Comprendí que me tenía solo a mí y eso era suficiente.


Mi intención no se reduce a desprestigiar cualquier religión, no se necesita ser tan inteligente como para pensar que si hubiese nacido en China muy probablemente me estaría quejando del budismo, o hinduismo en el caso de la India. Podría nombrar muchísimas más, pero en todas sería lo mismo.


DIOS COMO CONCEPTO


Si bien aún es inquietante que la gente haga juicios sobre Dios, el mérito lo debemos a pensadores de más de miles de años atrás. Como Jenófanes quien criticó el antropomorfismo[1] de los dioses homéricos, así como su inmortalidad. El sostenía que al contrario como se establece en las religiones, fuimos nosotros quienes hicimos a Dios a nuestra imagen y semejanza.


Otro aspecto que podemos tomar en cuenta es que la concepción de Dios es más interesante cuando se aborda simplemente como un concepto. Figuras importantes como Aristóteles utilizaron a Dios no como una persona que dicta que es lo bueno y que es lo malo, sino que introdujeron el concepto de Dios como el primer motor (o la primera causa).

Así como estos pequeños puntos, hay muchísimos más que podría introducir. Si bien esto no está lo suficientemente profundizado, podemos ver que Dios es un concepto bastante amplio, aunque últimamente ha perdido, en mi opinión, prestigio. Pues la mayoría del tiempo se limita a una representación personificada de un señor que se encarga de juzgar.


Considero que es terrible reducir el concepto de Dios de esa manera, evalúo esto gracias a un momento de ocio en donde descubrí una visión atrevida y libre de pensar a Dios, llamada la Naturaleza o Dios de Spinoza. Mi refugio nunca fue un libro sagrado, fueron diversos y varios, escritos por personas reales, que en su tiempo se atrevieron a cuestionar lo establecido a cambio de su integridad e incluso sin importar la interrupción de su vida.

Baruch de Spinoza fue un filósofo neerlandés, de origen sefardí portugués, heredero crítico del cartesianismo, considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés René Descartes y el alemán Gottfried Leibniz.


Dios hubiera dicho:

"¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.

Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa!

Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo.

El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito... ¡No me encontrarás en ningún libro!

Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar.

Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío

¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti?

¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice?

¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad?

¿Qué clase de dios puede hacer eso?

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.

Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti.

Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso.

Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.

Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.

No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera.

Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.

Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.

Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar:

¿Te gustó?... ¿Te divertiste?... ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?...

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar.

Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti.

Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?

Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan.

¿Te sientes agradecido?

Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo.

¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría!

Esa es la forma de alabarme.

Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.

¿Para qué necesitas más milagros?

¿Para qué tantas explicaciones?

No me busques afuera, no me encontrarás.

Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti".

-Spinoza.

(Anon., s.f.)


Espero que este escrito llegue a personas religiosas y a las que no lo son también, si bien no es la última palabra mucho menos una imposición ante lo que crees, mi propósito es que conozcas una nueva manera de ver a Dios. Un Dios al que no le hace falta un libro con cuentos, porque el mensaje es claro. Un Dios que no necesita oraciones porque no tiene oídos. Un Dios libre que no juzga.

Reitero, no me hace falta creer en Dios, bien puedo ser una extensión de este. 12



Bibliografía


Anon., s.f. Baruch de Spinoza. [En línea] Available at: https://www.juntadeandalucia.es/averroes/centros-tic/11001762/helvia/sitio/upload/Baruch_de_Spinoza.pdf [Último acceso: 08 Agosto 2021].

Española, R. A., 2020. Diccionario de la lengua española. [En línea] Available at: https://dle.rae.es/antropomorfismo [Último acceso: 08 Agosto 2021].

[1]Antropomorfismo: Atribución de forma o cualidades humanas a lo que no es humano, en especial a divinidades, animales o cosas. (Española, 2020)

142 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


  • Instagram
  • Facebook

©2021 por Disidentes. Creada con Wix.com

bottom of page